viernes, 26 de septiembre de 2014

Presencia de acné



El acné es una condición crónica que  puede iniciarse en cualquier etapa de la vida, aunque es más frecuente durante la adolescencia, afectando a  casi la totalidad  de los jóvenes. Además de  sus efectos cosméticos, los cuales pueden incluir hasta cicatrices permanentes, el acné tiene repercusiones en la autoimagen causando una variedad  de alteraciones psicológicas cuyo denominador común es la  baja autoestima.  A pesar de su alta prevalencia el acné es una condición parcialmente comprendida y en la mayoría de los casos manejada de manera inadecuada.




Si bien no hay una manera segura de prevenir el acné, estos consejos pueden ayudarte a reducir la cantidad y la gravedad de las erupciones:
·         Lavar la piel es esencial (ya que ayuda a quitar el exceso de grasitud de la superficie y las células de la piel muertas que pueden bloquear los poros), pero la limpieza excesiva puede causar daños como resecar la piel o irritar el acné existente.
·         Recuerda lavarte después de hacer ejercicio para evitar que el sudor bloquee los poros y empeore el acné. Si trabajas en lugares donde hay alimentos grasosos o aceite, o si has sudado debido al calor o porque has estado trabajando duro, lávate la cara y otras áreas propensas al acné tan pronto como sea posible.
·         Si usas productos para la piel como lociones o maquillaje, busca aquellos que sean no comedogénicos o no acnegénicos, es decir, aquellos que no bloquean los poros.
·         Si no puedes prescindir de la laca o del gel modelador para el cabello, asegúrate de aplicarlos lo más lejos posible de la cara. Muchos productos para el cabello contienen aceites que pueden empeorar el acné. Trata de usar productos a base de agua.
·         Si tienes acné en zonas como el pecho o la espalda, evita la ropa ajustada, ya que puede rozar la piel y causar irritación.



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